Al poder compartirse libremente, este concepto está consiguiendo apoderarse de la industria del software, y lo está haciendo mientas ofrece todo tipo de nuevas oportunidades. Dicha mecánica, la expansión del conocimiento sin barreras, es, de hecho, especialmente importante en la tecnología de la nube.
Básicamente, el software de código abierto es un software en el que el código fuente utilizado para crear el programa se puede ver, editar y redistribuir de manera personalizada sin costo alguno. Esta tendencia surgió como una respuesta a las desigualdades digitales, como una manera de ofrecer gratis productos de calidad para que las personas que normalmente no tienen acceso a este tipo de tecnología puedan usarla.
Según Open Source Initiative, para que un software sea considerado de código abierto debe cumplir diez criterios distintos. El primero, y más importante, que pueda redistribuirse sin derechos, y que lleve incluido el código fuente.
Es el acceso al código fuente el que permite modificar el programa a placer: modificando y lanzando versiones propias del programa sin tener que pagar derechos. Con ello no solo ganan los desarrolladores, sino también unos usuarios que ganan en acceso y libertades.
Tal y como señala Red Hat en su informe The State of Enterprise Open Source, el 69% de las empresas considera que un software de código abierto es muy importante para sus negocios. Un creciente número de organizaciones está integrando soluciones de código abierto en sus operaciones de IT, y el 68% de ellas ha observado un incremento en su uso en los últimos doce meses.
La proliferación del software de código abierto ha provocado que muchos negocios se replanteen de nuevo su estrategia en la nube, pasando de sus fases iniciales de planificación y experimentación, a la implementación de ambientes altamente personalizados. Según el informe 2019 State of the Cloud, elaborado por RightScale, el 94% de los encuestados afirma estar ya usando dicha tecnología, y por encima, el 32% del total apunta a la etapa más avanzada de adaptación a la nube.
El aumento de la efectividad en el uso de la nube les ha otorgado a las compañías la seguridad para poder adoptar estrategias más complejas, capaces de exprimir todo su potencial. Lejos de depender de un único proveedor, el 84% de las grandes compañías que figuran en el informe asegura preferir diversificarse en múltiples nubes. En términos de formato, el 69% de todos los participantes usa nubes híbridas, combinando la nube pública con privada.
Los softwares de código abierto proporcionan soluciones fáciles para que el consumidor supere estas complejidades, y en el proceso, transforma la industria. Así, una de esas estrategias, por ejemplo, es la contenedorización. Los contenedores virtualizan los recursos de red/informáticos para que las aplicaciones puedan funcionar tanto en entornos cloud como en entornos no-cloud, con independencia del proveedor.
Como bien señala 451 Research, dicha versatilidad facilita la gestión de nubes híbridas o múltiples, y es la responsable de que para 2022 su mercado pueda alcanzar los 4.310 millones de dólares.
Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan las empresas a la hora de implementar la nube, es el uso de aplicaciones heredadas (legacy). es decir, el empleo de programas no actualizados de los que siguen dependiendo las compañías, en pos de ahorrar o evitar complejidades. ¿Cuál es el problema? Aunque estos programas funcionan de manera aislada, suelen ser incompatibles con sistemas operativos modernos y otras innovaciones como la nube.
Por suerte los contenedores ofrecen una buena solución a dicho problema. Es lo que hacen apps como Docker, un contenedor de código abierto muy popular, o Kubernetes, una plataforma de organización de contenedores. Tal y como sugiere su propio nombre, los contenedores sirven para contener cosas, y entre ellas están las propias aplicaciones heredadas (legacy). Lo único que hay que hacer es mover la app al contenedor junto a su configuración y requerimientos de funcionamiento. Una vez ahí, el software opera como si estuviera en su ambiente habitual. Está en una realidad virtual que le mantiene aislado del resto de su infraestructura IT y evita problemas de incompatibilidad.
La contenedorización, y los softwares de código abierto en general, están redefiniendo el futuro de la nube. Tal y como señala Red Hat, la posibilidad de mover aplicaciones heredadas (legacy) a la nube sin tener que recodificar, explica por qué el 67% de las organizaciones se está planteando aumentar en 2020 el uso de contenedores.
El éxito del concepto del código abierto radica en el hecho de que permite eliminar los obstáculos más comunes en la adaptación de la nube al espacio de trabajo. Lo hace equipando a las empresas con la agilidad necesaria para ofrecer soluciones sencillas a sus problemas. No hay mejor ejemplo de dicho beneficio que los contenedores, herramientas habilitadas para crear una realidad virtual sin incompatibilidades.
Como consecuencia, en el futuro todas las aplicaciones serán móviles y funcionarán perfectamente en cualquier nube. Incluso las aplicaciones heredadas (legacy) funcionarían correctamente sin necesidad de recodificación. No dude más, haga más sencilla su transición a la nube y desbloquee todo su potencial con el software de código abierto.
Las soluciones basadas en la nube están atrayendo negocios y organizaciones de toda índole.