El mundo solo habla de sostenibilidad. Desde todos los sectores se alzan voces que instan a adoptar responsabilidades medioambientales para convertir la sostenibilidad en una prioridad absoluta.
Por supuesto que no todas las empresas tendrán las mismas facilidades, y que las políticas eco-friendly avanzarán a distintas velocidades. Pero los beneficios de instaurar este tipo de prácticas compensan el esfuerzo.
Las organizaciones que emprenden modelos de actuación sostenibles no solo cumplen con sus obligaciones éticas para reducir la huella de carbono, sino que además se alinean con las demandas de los consumidores y motivan a sus propios empleados.
Hoy muchas empresas siguen sin dar prioridad a las iniciativas eco-friendly. Abordar un asunto tan extenso como la sostenibilidad puede resultar complicado y hasta intimidante, lo que lleva a los directivos con intereses opuestos a rehuir el tema.
A esto se suma el poco tiempo disponible que tienen los empleados para reunirse, diseñar y ejecutar planes de sostenibilidad. ¿Cómo podría un equipo así lograrlo? Sin margen de maniobra a la empresa se le puede complicar mucho la transformación.
En este contexto, son los líderes y la dirección los responsables de colocar la sostenibilidad en el centro de las operaciones. Y sí, el retorno económico no está para nada asegurado, pero proteger el planeta ya asegura otros muchos beneficios. No hay motivo ni justificación para no hacerlo.
Es muy sencillo: todos tenemos la responsabilidad de contribuir a la mejora de nuestra huella medio ambiental. No importa cómo de grande o pequeña sea nuestra organización; siempre podemos cambiar para ser más sostenibles.
Ahora bien, la cuenta atrás al punto de no retorno ya ha empezado. De hecho, lo hizo hace mucho tiempo. La American Lung Association estima que el 40% de la población de América vive en áreas donde los niveles de polución del aire son peligrosos. El país además produce 42 millones de toneladas métricas de plástico al año.
¿Es o no motivo suficiente para actuar? La filosofía de Kyocera que insta a hacer lo correcto como seres humanos tiene, de hecho, la sostenibilidad en su misma esencia. Este objetivo nos guía a la hora de innovar y nos motiva para seguir entregando tecnología responsable al mundo. Una que va más allá de las necesidades de nuestros clientes, y que mira por un medioambiente seguro para las siguientes generaciones.
Nuestra filosofía es la que nos llevó a lanzar la primera impresora sin cartuchos allá por 1992. También es la razón por la que seguimos desarrollando nuestra línea de dispositivos ecológicos, ECOSYS, y continuamos ayudando a las empresas a digitalizar sus documentos en papel y a trabajar de forma más eficiente con las soluciones de Kyocera Cloud Print and Scan.
Siempre podemos cambiar para ser más sostenibles".
El tipo de industria tiene poco que decir aquí. La sostenibilidad es uno de los principales factores de preferencia para los consumidores. Por eso, al poner este compromiso en el centro de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), las empresas están más cerca de convencer a sus clientes.
El Foro Económico Mundial ha descubierto que más del 70% de los consumidores de la Generación Z estarían dispuestos a gastar más dinero en productos sostenibles. Y en esa línea, un estudio de Deloitte concluye que más del 65% de los encuestados serían favorables a pagar precios hasta un 41% superiores por este tipo de bienes.
En cualquier caso, hay que tomarse estos datos con precaución. Es verdad que los beneficios de las prácticas sostenibles están más que claros, pero también que junto a ellas puede aparecer la temida trampa del “greenwashing” en la promoción de productos sostenibles. Y los consumidores no se van a dejar engañar porque, además de demandar una producción ética, son conscientes de las compañías que practican este tipo de estrategias.
Por lo tanto, volvemos a la misma conclusión: las organizaciones que adoptan estrategias de sostenibilidad y tratan de reducir sus huellas de carbono para mejorar el mundo que las rodea, tienen más posibilidades de conseguir la lealtad de sus clientes.
Atendidos los clientes es momento de volver la mirada. Las empresas tienen también mucho que ganar siendo más sostenibles de cara a fidelizar a sus propios empleados.
Es una gran oportunidad teniendo en cuenta que muchas compañías llevan tiempo tratando de retener talento frente a los daños de “La Gran Renuncia”; periodo en el que muchos profesionales a renunciado a sus puestos en busca de mejores oportunidades. Un estudio reciente de Economic Impact y Kyocera ha determinado que el secreto de una oficina atractiva es la cultura.
Parte de esta cultura se apoya en los valores y la misión de la organización. En otras palabras, una organización que se compromete de forma clara y proactiva con prácticas sostenibles y éticas tiene más probabilidades de inspirar a sus trabajadores.
El camino sostenible hacia el éxito empresarial se construye con cambios inmediatos hacia nuevas prácticas en el espacio de trabajo. ¿Estás preparado para embarcarte en ese reto? Kyocera puede ayudarte.