El papel siempre ha ocupado una posición clave en el entorno de la salud. Dando por presentes las enormes pilas de documentos de los despachos de médicos, tanto los recordatorios de citas como las recetas siempre se han almacenado en carpetas. Ir al médico es sinónimo innegable de papeleo.
Esto ahora está cambiando de forma lenta e imparable. Cada vez hay más hospitales y clínicas médicas conscientes del problema del papel. Al digitalizar archivos y procesos diarios, el personal médico está descubriendo que muchas tareas rutinarias —y molestas—ahora se pueden realizar de forma más eficiente, y que, por tanto, están en disposición de dedicar mucho más tiempo a la atención primaria.
Por otro lado, la mayoría de los pacientes están ya recibiendo acceso electrónico a su historial personal. Ahora pueden directamente tanto hacer ciertos trámites digitalmente, como programar citas o solicitar la renovación de una receta médica.
Muchas empresas del sector están trabajando para implementar un sistema de atención al público paperless a corto plazo, y algunas incluso han revelado diversas iniciativas de documentación electrónica. Como intentos de digitalización se puede mencionar el aumento de la atención online de pacientes, o, desde 2020, las recetas electrónicas.
En un sector tan influenciado por los documentos en papel ¿la transición hacia un modelo de atención de salud sin papel es de verdad es beneficioso para los pacientes?
Los pacientes ven en el acceso electrónico e instantáneo al registro médico una solución muy útil. Para ellos resulta tranquilizador poder tener todo el historial y los documentos de interés al alcance de la mano. Especialmente si se tiene en cuenta que son accesibles desde cualquier dispositivo con conexión a Internet.
Paralelamente, los médicos y las enfermeras también encuentran práctica la atención de salud sin papel. Con ella tienen garantizado el acceso a una serie de datos vitales de los pacientes. Eso les permite tomar decisiones respaldadas in situ, y por ende, ahorrar tiempo crucial en situaciones de emergencia.
La transición hacia una atención de salud paperless no sólo reducirá los colosales gastos que tiene este sector en el material, sino que también reducirá considerablemente la cantidad de tiempo diaria que las enfermeras, los médicos y el personal administrativo dedican a archivar, organizar y localizar los documentos impresos. La gestión digital de estos documentos se hará en una fracción del tiempo habitual.
Sí, el tiempo que se habría dedicado a archivar y organizar manualmente todos estos documentos, se podrá destinar a otras tareas, como la misma atención al paciente, más necesarias y urgentes. Cuando los médicos disponen de más tiempo para aumentar y mejorar el trato con los pacientes y la atención personalizada, los niveles de apreciación y satisfacción por parte de estos aumentan considerablemente.
Todo el mundo se ha despistado en algún momento, olvidando o perdiendo un documento en papel que necesitaba con urgencia. El acceso digital inmediato a los archivos importantes acabaría con estas situaciones.
Los pacientes podrían olvidarse de tener que imprimir las citas o las recetas. Para obtener información importante les bastaría con entrar en su plataforma de datos médicos y esperar a que la respuesta aparezca en pantalla. Podrían tener todos sus registros actualizados, contactos y citas programadas agrupados en una única e intuitiva plataforma electrónica.
Una vez repasadas las ventajas de la asistencia sanitaria sin papel, resulta imposible negar los evidentes los beneficios que obtendrían los pacientes. Generación tras generación, estos se irá sientiendo más cómodos y confiados con la tecnología. Cuanto más se hayan acostumbrado al formato digital, más fácil de controlar será el camino hacia la nueva atención de salud.
Ahora bien, si tenemos en cuenta la importancia que tienen la seguridad y confidencialidad de los documentos en el sector, parece poco probable que en el futuro más inmediato se vaya a producir una transición plena hacia operaciones íntegramente digitales.
Hasta entonces, clínicas, hospitales y otras instalaciones médicas podrán seguir trabajando en la digitalización de sus archivos y documentos. Este esfuerzo será fundamental para que los pacientes disfruten de experiencias de calidad, y para lograr mayores niveles de satisfacción mediante operaciones digitales.
Avanzar hacia una oficina sin papel puede ser tedioso, pero tiene sus recompensas.