Hacia un espacio seguro para la mujer en el sector tecnológico

Las mujeres constituyen una parte fundamental del sector tecnológico y, sin embargo, se las suele ignorar o no reconocer en el trabajo. Según el estudio publicado por WeAreTechWomen, el 75 % de las mujeres del sector tecnológico no encuentran a hombres aliados en su organización. El problema está en que no se las escucha. Los índices de retención de las empleadas también son menores, ya que el porcentaje de mujeres que abandonan el sector tecnológico es un 45 % mayor que el de los hombres.

Pese a los avances realizados para eliminar la brecha de género, aún tenemos por delante un largo camino que recorrer para lograr que el sector tecnológico sea más inclusivo y equitativo. Desde la falta de paridad salarial, pasando por la falta de líderes y llegando hasta las microagresiones laborales; las mujeres del sector tecnológico se enfrentan a una serie de retos complejos e intimidatorios.

A pesar de que algunas organizaciones están adoptando más medidas para crear un entorno seguro para las mujeres, muchas de ellas aún siguen enfrentándose a espacios de trabajo hostiles que dificultan tanto su desarrollo, como su autoestima y satisfacción laboral. ¿Queremos crear un futuro próspero para las niñas y las mujeres en el sector tecnológico? Todo el sector debe asumir la responsabilidad y dar un paso hacia delante para crear el espacio de trabajo que necesitan las mujeres para crecer.

Cómo avanzar hacia la igualdad de género en el trabajo

Son muchos los objetivos en los que las organizaciones deben centrarse para crear un entorno más inclusivo hacia las mujeres. Hablamos desde, lograr que haya más mujeres ocupando puestos directivos, hasta retener el talento femenino. Aunque, en última instancia, la mayor influencia viene de arriba, del equipo directivo. Necesitamos líderes, visiones y recursos para aplicar estrategias eficaces de diversidad e inclusión. Los directivos son la clave para crear un espacio seguro para las mujeres.

El informe Women in the workplace (Las mujeres en el lugar de trabajo) elaborado por McKinsey en 2022 apunta una conclusión muy clara: «las mujeres son más felices y sufren menos desgaste cuando los directivos invierten en gestión de personal, diversidad, igualdad e inclusión». A su vez, es menos probable que estas abandonen sus puestos de trabajo, lo que se traduce en una mayor retención y mejores oportunidades de contratación para la empresa. No cabe duda de que los directivos influyen de manera decisiva en la experiencia laboral de las mujeres, de ahí que sea tan prioritario para ellas contar con un responsable que se preocupe por su bienestar. De hecho, constituye uno de los tres principales factores que las empleadas tienen en cuenta a la hora de decidir si se incorporan o permanecen en una empresa, según revela el estudio.

En las empresas, son los directivos quienes suelen tener más poder e influencia para realizar cambios determinantes. Y así, son ellos quienes también deben crear un espacio seguro de trabajo para las mujeres, abordando los prejuicios y las desigualdades de género que sufren.

Cómo pueden los directivos empoderar a las mujeres en el sector tecnológico

Fomentando una comunicación abierta: es fundamental que los directivos creen una cultura abierta y transparente, en la que las empleadas se sientan cómodas para hablar y compartir sus experiencias. Para ello, pueden adoptar un sistema de consulta anónimo, promover actividades de trabajo en equipo y generar oportunidades para el intercambio abierto de opiniones. Evidentemente, también es necesario que los directivos escuchen de forma activa a sus empleados y que utilicen el feedback como motor para establecer nuevos objetivos y realizar mejoras en el trabajo. Por último, resulta igual de beneficioso que estos líderes compartan las métricas de bienestar y diversidad con todos los empleados, y que reconozcan públicamente a aquellos que más hacen por la inclusión en sus equipos.

Promoviendo una cultura de diversidad e inclusión: existen no pocas maneras de fomentar y apoyar la diversidad en el trabajo. Se puede empezar por sensibilizar a los empleados sobre su valor en la materia, y enseñarles a ser más empáticos. Basta con facilitar el acceso a oportunidades de formación y desarrollo con seminarios, talleres y conferencias sobre temas relacionados con la diversidad, la inclusión y la prevención del acoso. Asimismo, es imprescindible establecer sistemas de trabajo flexibles y políticas orientadas hacia la familia, poniendo por delante permisos parentales remunerados y alternativas reales para el cuidado de los hijos.

Estableciendo un código de conducta claro y políticas antidiscriminatorias: los directivos deben definir qué tipo de comportamientos son aceptables e inaceptables en el trabajo, para así proteger a los empleados de la discriminación. Esto implica que todos deben ser tratados con respeto, independientemente de su sexo, raza u orientación sexual. Cualquier forma de discriminación o prejuicio ha de abordarse al instante, y todos los empleados deben conocer la política de tolerancia cero con respecto a este tipo de comportamientos que se maneje en la organización.

Fomentando programas de orientación y patrocinio: hay que hacer un esfuerzo por facilitar oportunidades para que las mujeres del sector tecnológico reciban orientación y apoyo por parte de profesionales con experiencia en el campo. Esto no solo contribuye a la promoción de la organización, sino que además resulta indispensable para su crecimiento a largo plazo. Al establecer programas de orientación, crear oportunidades de desarrollo profesional y celebrar los casos de éxito en el sector, los directivos estarán dando forma a una cultura de respeto y reconocimiento para las mujeres.

Supervisando y midiendo los avances: para evaluar la eficacia de las iniciativas en materia de diversidad e inclusión, es importante que los directivos realicen un seguimiento de las métricas de ascenso y motivación, así como de otros indicadores del desarrollo profesional dentro de la empresa. Además, también resulta útil realizar encuestas y mantener reuniones periódicas con los directivos para medir la satisfacción y el bienestar de los empleados, y así ayudar a las organizaciones a identificar sus puntos fuertes y débiles.

Responsabilizando a los directivos de promover la diversidad y la inclusión

Si bien los objetivos en diversidad e inclusión y el impulso de los avances están en manos de los directivos, la creación de un espacio seguro para las mujeres en el sector tecnológico no deja de ser un proceso continuo que requiere dedicación y compromiso por parte de todos los implicados. Al impulsar una cultura basada en el respeto, la inclusión y el apoyo, las empresas pueden crear un espacio de trabajo seguro en el que las mujeres se pueden sentir valoradas y capaces.

La creación de este espacio seguro no es solo un imperativo moral, sino que resulta fundamental para el éxito de cualquier organización tecnológica. Apoyando a las mujeres, las empresas están abriendo las puertas a aprovechar las ventajas que ofrecen los espacios de trabajo diversos e inclusivos. Hablamos, por ejemplo, de una mayor satisfacción laboral, de un mejor trabajo en equipo y de la obtención de soluciones más innovadoras. Con ganas todo es posible.